Tomás lo quiere todo
Tomás tenía todo lo que podía desear: unos padres estupendos que lo querían muchísimo, una hermanita que lo adoraba, todos los juguetes...
Ricardo y el misterioso secuestrador
Natalia bostezó por quinta vez en una hora. Ricardo la miró y yo intenté abanicarles, pero Ricardo me dijo: - ¡Kelvin! Estate quieto me...